1- COOPERACION VERSUS COMPETICION: O CAMBIAMOS EL PARADIGMA O ESTAMOS PERDIDOS
El gran cáncer que ha asediado a la humanidad desde que ésta decidió salirse y perder sus verdaderos valores tribales y comunitarios ha sido la competitividad. Este elemento, que siempre ha estado presente en nuestra historia, se ha hecho especialmente notable en los últimos 150 años a partir de finales de la Revolución Industrial. Con la moderna asunción de conceptos como empresa, economía de mercado, cuentas de explotación y márgenes de beneficio comenzó una carrera que nos ha estado pateando el culo (para que caminemos -y si puede ser corramos-) desde que nacemos hasta que morimos...
En realidad este simple concepto, el de la competitividad, ha sido la semilla que ha engendrado otra rémora con la que hemos tenido que convivir toda nuestra vida: la corrupción. En aras de la competitividad se han hecho (y de hecho se siguen haciendo) las barbaridades más gandes que empresas, corporaciones, banca y países puedan hacer. La competitividad corrompe políticos pagados por empresas para tener su hueco asegurado en el mercado, crea guerras para que empresas de material bélico puedan seguir creciendo, secuestra energías limpias y gratuitas para que la dependencia sobre las actuales se pueda perpetuar, apoya ideales políticos afines a su causa para que lleguen lejos en la "democracia" y soporta todo tipo de actividades poco decentes de las que nos sonrojaríamios como especie (incluído matar, extorsionar, chantajear, presionar, abusar y otra decena de acciones a las que ustedes mismos pueden poner nombre).
Desde pequeños estamos enfocados para trabajar en la competitividad, que a nuestro nivel de calle significa trabajar todo lo posible (el mayor número posible de horas -extras incluídas-) para tener 10 euros más para poder tener el último modelo de I-Phone, las llantas más fardonas para el coche o la ropa de marca del momento.
Pero competir entre nosotros es lo que nos ha hecho perder el norte. Tomando como referencia lo que vemos en las instituciones que deberían servir de guía de comportamiento social (las intituciones políticas que nos rigen, nuestros empresarios que nos dan empleo, los sindicatos que nos defienden y otras corporaciones) podríamos tomar ejemplo. Pero el ejemplo que nos dan lo vemos todos los días en el telediario: política corrupta y disciplina de partido, sobornos empresariales, alianzas estratégicas basadas en monopolios y pactos ilegales de precios, corporativismo profesional que encubre actos irresponsables para proteger a sus miembros, etc. Ante este panorama tenemos que la sociedad es un espejo de sus representantes más prestigiosos y respetados (políticos, empresarios, dirigentes sindicales o religiosos, etc). ¿Cómo podemos decir a nuestros hijos que siendo honestos llegarán más lejos cuando la calle, la política y su entorno social y laboral están llenos de ejemplos de lo contrario? ¿Cómo podemos convencer a la juventud y a la gente que defraudar hacienda está mal, que hacer descargas ilegales es robar el trabajo de los demás, que comprar mercancía robada fomenta el delito, que cobrar una ayuda presentando papeles falsos es quitársela a alguien que quizás la necesite más? Pues, mientras tengamos el mismo espejo donde mirar a nuestros "mayores", dificilmente querrá la gente de a pie ser menos que ellos...
2- COOPERAR EN LUGAR DE COMPETIR
Parece ser que, salvo algunos ejemplos en la sociedad relativamente bien avenidos, tenemos olvidado aquel refrán que dice "La unión hace la fuerza". La sociedad está en un momento de convulsión (que estamos viviendo día a día) y en el que los perdedores somos continuamente la gente de a pie. Estamos viendo que el paro, la inflación, la hipoteca, los impuestos, las crecientes tasas energéticas, la subida de la cesta de la compra y la gasolina son problemas que cada vez nos dejan menos margen de maniobra y oprimen nuestro escaso nivel de vida. En los argumentos que hemos ido exponiendo (y en más que se irán proyectando en el blog conforme a la actualidad) hemos visto que esas pesadas losas no van desaparecer ni van a mejorar. No va a haber una amnistía hipotecaria aunque el mundo se derrumbe porque los bancos prefieren morir con las botas puestas y llevarse el sistema y los países al infierno antes que recular un céntimo en sus balances de gestión. No va a haber un respiro en la subida de los precios porque el petróleo escasea cada vez más y eso encarace la producción y el transporte de mercancías. La cesta de la compra no va a recuperar precios "normales" porque las materias primas que componen la base de muchos alimentos (como los cereales) están siendo utilizados como biocombustibles alternativos elevando su demanda a nivel mundial (y por tanto su precio). Las ayudas sociales y los créditos al consumo y a la producción cada vez escasean más porque los gobiernos, lejos de poder gastar dinero en sus ciudadanos, necesitan "drenar" dinero del sistema (vía impuestos, tasas y desmejoras sociales) para poder pagar su deuda. Y de los bancos que ya hemos hablado, que decir, si no se fian ni de ellos mismos para prestarse dinero...
3- AUTOAYUDA+COOPERACION+IDEAS = AUTOGESTION
En vista de lo relatado ¿qué nos queda? Pues nos queda empezar a movernos por nuestra cuenta. En base a lo argumentado está visto que si no nos salvamos nosotros de la "quema" no va a venir nadie a rescatarnos. Los empresarios (medianos y pequeños) están maniatados por la crisis y el bajo consumo, las administraciones están obligadas a cumplir los "criterios de convergencia", los bancos en estos momentos miran para otros países "emergentes" con mejor futuro que el nuestro... Entonces ¿quién nos va a ayudar...? Pues mucho me temo que nosotros por cuenta propia. Nos toca empezar a definir en qué tipo de sociedad nos apetece vivir a partir de ahora. Nos toca decidir en qué manos vamos a dejar, desde ya, asuntos tan delicados como la alimentación de las futuras comunidades, la educación de nuestras próximas generaciones, qué recursos energéticos queremos aprovechar y sus repercusiones, quién va a ser dueño de nuestros hogares, etc.
En una sociedad actual en donde el acceso a la moneda de cambio está cada vez más restringido (si no hay trabajo no hay moneda de cambio); cuyo sistema se "come" el valor de la misma año tras año devaluando nuestra capacidad de consumo y pervivencia; donde la única manera de conseguir un hogar es empeñándote para toda la vida; se impone la unión de "cabezas pensantes" de a pie que discurran nuevos modelos de convivencia que sean capaces de dejar a un lado "el sistema". NO se trata de trata de luchar contra el sistema sino de dejarlo a un lado para ir creando uno paralelo que nos permitar subsistir como comunidad de la manera más autogestionada posible. Se trata de crear una plataforma de comunidades que se ayuden y cooperen repensando soluciones para los problemas, en una primera fase, más básicos de las familias: alimentación, vivienda, agua y energía. Si conseguimos ideas para la independencia en estos asuntos tenemos el 70% del camino andado. Ya sé que preguntarse por la solución para cualquiera de estos "parámetros" por separados ya es la pregunta del millón, pero no me cabe duda también que una docena de cabezas pensantes (libres de trabas y vicios interesados) son capaces de hacer más en un fin de semana que todos los científicos de un continente si solo trabajan para una firma interesada en avanzar en un un único sentido.
Se trata de gestionar ideas en un foro en donde busquemos la practicabilidad de las mismas en una posible comunidad de transición hacia un futuro más halagüeño para todos.
Desde pequeños estamos enfocados para trabajar en la competitividad, que a nuestro nivel de calle significa trabajar todo lo posible (el mayor número posible de horas -extras incluídas-) para tener 10 euros más para poder tener el último modelo de I-Phone, las llantas más fardonas para el coche o la ropa de marca del momento.
Pero competir entre nosotros es lo que nos ha hecho perder el norte. Tomando como referencia lo que vemos en las instituciones que deberían servir de guía de comportamiento social (las intituciones políticas que nos rigen, nuestros empresarios que nos dan empleo, los sindicatos que nos defienden y otras corporaciones) podríamos tomar ejemplo. Pero el ejemplo que nos dan lo vemos todos los días en el telediario: política corrupta y disciplina de partido, sobornos empresariales, alianzas estratégicas basadas en monopolios y pactos ilegales de precios, corporativismo profesional que encubre actos irresponsables para proteger a sus miembros, etc. Ante este panorama tenemos que la sociedad es un espejo de sus representantes más prestigiosos y respetados (políticos, empresarios, dirigentes sindicales o religiosos, etc). ¿Cómo podemos decir a nuestros hijos que siendo honestos llegarán más lejos cuando la calle, la política y su entorno social y laboral están llenos de ejemplos de lo contrario? ¿Cómo podemos convencer a la juventud y a la gente que defraudar hacienda está mal, que hacer descargas ilegales es robar el trabajo de los demás, que comprar mercancía robada fomenta el delito, que cobrar una ayuda presentando papeles falsos es quitársela a alguien que quizás la necesite más? Pues, mientras tengamos el mismo espejo donde mirar a nuestros "mayores", dificilmente querrá la gente de a pie ser menos que ellos...
2- COOPERAR EN LUGAR DE COMPETIR
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| La unión hace la fuerza |
3- AUTOAYUDA+COOPERACION+IDEAS = AUTOGESTION
En vista de lo relatado ¿qué nos queda? Pues nos queda empezar a movernos por nuestra cuenta. En base a lo argumentado está visto que si no nos salvamos nosotros de la "quema" no va a venir nadie a rescatarnos. Los empresarios (medianos y pequeños) están maniatados por la crisis y el bajo consumo, las administraciones están obligadas a cumplir los "criterios de convergencia", los bancos en estos momentos miran para otros países "emergentes" con mejor futuro que el nuestro... Entonces ¿quién nos va a ayudar...? Pues mucho me temo que nosotros por cuenta propia. Nos toca empezar a definir en qué tipo de sociedad nos apetece vivir a partir de ahora. Nos toca decidir en qué manos vamos a dejar, desde ya, asuntos tan delicados como la alimentación de las futuras comunidades, la educación de nuestras próximas generaciones, qué recursos energéticos queremos aprovechar y sus repercusiones, quién va a ser dueño de nuestros hogares, etc.
En una sociedad actual en donde el acceso a la moneda de cambio está cada vez más restringido (si no hay trabajo no hay moneda de cambio); cuyo sistema se "come" el valor de la misma año tras año devaluando nuestra capacidad de consumo y pervivencia; donde la única manera de conseguir un hogar es empeñándote para toda la vida; se impone la unión de "cabezas pensantes" de a pie que discurran nuevos modelos de convivencia que sean capaces de dejar a un lado "el sistema". NO se trata de trata de luchar contra el sistema sino de dejarlo a un lado para ir creando uno paralelo que nos permitar subsistir como comunidad de la manera más autogestionada posible. Se trata de crear una plataforma de comunidades que se ayuden y cooperen repensando soluciones para los problemas, en una primera fase, más básicos de las familias: alimentación, vivienda, agua y energía. Si conseguimos ideas para la independencia en estos asuntos tenemos el 70% del camino andado. Ya sé que preguntarse por la solución para cualquiera de estos "parámetros" por separados ya es la pregunta del millón, pero no me cabe duda también que una docena de cabezas pensantes (libres de trabas y vicios interesados) son capaces de hacer más en un fin de semana que todos los científicos de un continente si solo trabajan para una firma interesada en avanzar en un un único sentido.
Se trata de gestionar ideas en un foro en donde busquemos la practicabilidad de las mismas en una posible comunidad de transición hacia un futuro más halagüeño para todos.
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